Errores comunes al almacenar forraje (y cómo evitarlos)

El forraje es una pieza clave en la alimentación del ganado. Sin embargo, su correcta conservación es un reto que puede marcar la diferencia entre un alimento de alta calidad y un desperdicio costoso. Un mal almacenamiento no solo disminuye el valor nutritivo del forraje, sino que también incrementa el riesgo de mohos, fermentaciones indeseadas y pérdidas económicas.

En 2025, la gestión eficiente del forraje cobra aún más relevancia debido a la presión por reducir costes y garantizar la sostenibilidad en las explotaciones. Veamos algunos de los errores más comunes y cómo puedes evitarlos.

1. No controlar la humedad antes del almacenamiento

Uno de los errores más habituales es guardar el forraje con un nivel de humedad demasiado alto. Esto favorece el desarrollo de hongos y bacterias. La solución pasa por medir la humedad antes del almacenamiento y utilizar maquinaria que permita un secado homogéneo, como empacadoras modernas con control de humedad integrado.

2. Almacenarlo en contacto con el suelo o en zonas mal ventiladas

Colocar el forraje directamente sobre el suelo facilita la absorción de humedad y la aparición de plagas. Además, la falta de ventilación provoca condensaciones y deterioro. El uso de palets, plataformas y naves bien aireadas es fundamental para prevenirlo.

3. No protegerlo de la intemperie

Aunque parezca obvio, todavía es frecuente ver forraje almacenado sin una cubierta adecuada. Lonas resistentes, plásticos de calidad y sistemas de amarre correctos ayudan a protegerlo de la lluvia y el viento. Aquí, la inversión en una empacadora con sistema de envoltura eficiente puede marcar la diferencia.

4. Descuidar la rotación del stock

Al igual que con cualquier alimento, es esencial consumir primero el forraje más antiguo. No rotar el stock conlleva que parte del material pierda calidad o incluso se vuelva inservible. Una correcta planificación y un buen sistema de etiquetado evitan estas pérdidas.

5. No revisar periódicamente el estado del forraje

El control visual y táctil del forraje almacenado es básico. Detectar a tiempo signos de moho, mal olor o humedad excesiva permite actuar antes de que el problema se agrave. Contar con maquinaria que facilite el manejo y acceso a las pacas ayuda en este proceso.

En nuestra empresa entendemos que conservar el forraje en las mejores condiciones no solo depende de las buenas prácticas, sino también de la maquinaria que utilices. Por eso, ofrecemos equipos nuevos y de ocasión adaptados a las necesidades de cada explotación, así como un servicio de taller especializado para mantenerlos siempre a punto.

📌 Si quieres conocer nuestras soluciones para mejorar el almacenamiento y manejo del forraje, visita nuestra sección de maquinaria nueva o maquinaria de ocasión, o ponte en contacto con nosotros para una asesoría personalizada.