La transición hacia energías renovables ya no es una cuestión de futuro: es una realidad en muchas explotaciones agrícolas y ganaderas en España. El aumento del precio de la energía, las exigencias normativas y la necesidad de reducir emisiones han impulsado a los agricultores a buscar soluciones más eficientes.
Entre todas las tecnologías disponibles, los paneles solares y los sistemas de biogás destacan por su rentabilidad, madurez tecnológica y capacidad para integrarse en cualquier explotación, grande o pequeña.
Además, estas alternativas permiten mejorar la autonomía energética, disminuir costes fijos y generar una imagen más sostenible de la explotación, algo cada vez más valorado tanto por distribuidores como por consumidores.

La energía fotovoltaica se ha convertido en la opción favorita de miles de agricultores por su capacidad de reducir la factura eléctrica sin depender de combustibles externos.
Los paneles solares se instalan normalmente en cubiertas de naves, aparcamientos, tejados de granjas e incluso estructuras específicas pensadas para zonas agrícolas.
Una de sus principales ventajas es que la demanda energética agrícola coincide con las horas de mayor producción solar, lo que permite aprovechar casi el 100% de la energía generada. Tareas como bombeo de riego, ventilación, refrigeración de leche, iluminación o carga de equipos eléctricos pueden ejecutarse directamente con energía fotovoltaica.
En cuanto a la inversión, muchos casos reales en Navarra, La Rioja o Aragón muestran que el retorno se sitúa entre 5 y 7 años dependiendo del tamaño del sistema y del consumo de la explotación. Gracias a subvenciones vigentes y a la mayor eficiencia de los paneles actuales, este periodo es cada vez más corto.
Mientras la energía solar destaca en cultivos y naves polivalentes, el biogás se ha convertido en una alternativa clave para explotaciones ganaderas.
Su funcionamiento se basa en la fermentación de residuos orgánicos —purines, estiércoles, restos vegetales— en un digestor, generando metano que puede usarse para:
Producción eléctrica
Calefacción de naves y agua
Sustitución de gasóleo en ciertos procesos
Además de su valor energético, el biogás reduce problemas de olores, mejora la gestión de residuos y genera un digestato más fácil de aplicar como fertilizante.
Muchos estudios recientes demuestran que pequeñas granjas con más de 80–100 cabezas de ganado ya pueden instalar sistemas rentables, con un retorno que oscila entre 6 y 10 años, dependiendo del volumen de residuos y del uso energético.
En los últimos años se han impulsado numerosos proyectos que demuestran el potencial de estas energías:
Cooperativas agrícolas en Castilla y León han integrado paneles solares para alimentar sistemas de riego presurizado, reduciendo hasta un 60% sus costes eléctricos.
Explotaciones porcinas de Cataluña emplean digestores de biogás para generar calefacción de salas y electricidad, disminuyendo el consumo de gasóleo de forma muy notable.
Varias empresas hortofrutícolas han instalado placas solares para alimentar cámaras frigoríficas, uno de los puntos de mayor gasto energético de la cadena agrícola.
Estos casos muestran que la combinación de renovables no solo reduce costes, sino que mejora la competitividad y sostenibilidad de las explotaciones.
El ROI depende del tamaño de la instalación, las horas de uso y la eficiencia del sistema, pero en términos generales:
Paneles solares: retorno entre 5 y 7 años.
Biogás: retorno entre 6 y 10 años.
Mantenimiento: bajo y predecible, especialmente en fotovoltaica.
Vida útil: superior a 20–25 años en paneles solares y más de 15 años en plantas de biogás bien mantenidas.
En ambos casos, el ahorro energético directo y la reducción de dependencia de combustibles externos son factores determinantes para mejorar la estabilidad financiera de la explotación.
Cada vez más equipos modernos —tractores, herramientas eléctricas, robots de alimentación, sistemas de riego inteligentes o bombas autónomas— pueden alimentarse total o parcialmente mediante energía renovable.
La tendencia apunta a una mecanización más eficiente, donde las renovables reducen los costes de operación de la maquinaria, especialmente en explotaciones medianas y pequeñas.
Si ya trabajas con maquinaria moderna o estás pensando en renovarla, integrar energías limpias puede ayudarte a reducir el gasto energético anual y aumentar la rentabilidad global de tu explotación.
Las energías renovables en el campo no son una moda. Son una herramienta eficaz para reducir costes, mejorar la sostenibilidad y aumentar la independencia energética de cualquier explotación agrícola o ganadera.
Tanto la energía solar como el biogás ofrecen soluciones rentables y adaptables a distintos tamaños de finca, y además son completamente compatibles con la maquinaria agrícola actual.
La incorporación de energías renovables en el campo no solo mejora la eficiencia y reduce costes, sino que también complementa perfectamente el rendimiento de la maquinaria agrícola y ganadera, tanto nueva como de ocasión. Equipos preparados para trabajar con sistemas energéticos más sostenibles —como tractores eficientes, implementos adaptados y tecnologías de baja demanda energética— permiten aprovechar al máximo instalaciones solares o plantas de biogás. En nuestra empresa puedes encontrar maquinaria fiable, revisada y lista para integrarse en explotaciones que apuestan por un modelo más sostenible. Si necesitas asesoramiento o quieres conocer nuestro catálogo actualizado, estamos a tu disposición para ayudarte a elegir la mejor opción para tu explotación.